miércoles, 16 de mayo de 2012

RELATO DE CASO: Participación del Obrim en el Simposio Internacional de Didáctica de las Ciencias Sociales.


Grupo Illeta


Profesoras relatoras y/o coordinadoras de esta experiencia: Jose Amorós Martínez, Sònia Beltrà Botella, Encarna Díaz Carmona, Nereida Gómez Senent, Paula Llopis Tormo, Verónica Sáez Cuervas y Carme Segura Ferrer.

Estudiantes:
  • IES Altaia (Altea): 2 Bachillerato, Eugènia González; 1 Bachillerato, Anna Falgás.
  • IES Azud de Alfeitamí (Almoradí): 1 ESO, Alexis Terol; 2 ESO, Ahlam Rahhou; 3 ESO, Coral Illán, María Manresa, Heather Martínez; 4 ESO, Mollie Brooks, Carmen Espinosa, Andrés Jo Jung, Evie Letch, Marina Muñoz, Carolina Oberweis y Manuel Rocamora; 1 Bachillerato, Isabel Lorenzo y Aleyka Peco; 2 Bachillerato, Clara Díaz y Daniel Moñino.
  • IES Catral (Catral): 3 ESO, María Vera, José Luís Rocamora, Paco García, Andrea Murcia y Miriam Bolaño.
  • IES Gabriel Miró (Orihuela): 4 ESO, Cristina Villa
  • IES José Marhuenda Prats (El Pinós): 3 ESO, Lluc Verdú, Ana Pérez; 1 Bachillerato, Luis David Campos.
  • IES Thiar (Pilar de la Horadada): 1 Bachillerato, Vlada, Alfonso Samper, Ángela

Obrim una finestra al món [1] (Abramos una ventana al mundo) nace de la preocupación de los profesores implicados por la actual situación de crisis ecológica, social y económica. Pensamos que la educación nos permite caminar hacia un mundo más justo. Una mirada crítica a la realidad nos hace ver que el modelo actual, que basa el crecimiento de los países y personas ricas en la explotación de otros países y personas que van siendo empobrecidas de manera continua, no tiene respuesta válida ante la crisis. Cada vez es más necesario y urgente “reinventar y repensar la sociedad”. Así pues, sembrar la semilla del cambio en los jóvenes y trabajar el terreno en nuestras aulas es el punto de arranque que nos planteamos. El aspecto más característico de este proyecto es que nace con el objetivo de compartir experiencias vitales de las personas implicadas y en ese sentido permite una verdadera educación integral, dando un papel muy importante a las emociones en nuestro trabajo.
Nos propusieron presentar una comunicación sobre esta experiencia educativa que tiene tres años de vida en el Simposio Internacional de Ciencias Sociales [2] que tuvo lugar del 27 al 29 de marzo en la Facultad de Ciencias de la Educación de Sevilla. El Obrim para nosotros es educar para la participación con la participación, así que nos enredamos en un nuevo reto que intentaremos relatar en las siguientes líneas de forma colectiva.


Grupos de trabajo para escribir nuestra comunicación para el Simposio: 'Obrim una finestra al món: educar para la participación con la participación'

La experiencia compartida con motivo de la asistencia del proyecto “Obrim una finestra al món” en el XXVIII Simposio Internacional de Didáctica de las Ciencias Sociales comienza con la redacción de la comunicación. Esta se plantea como un trabajo colectivo donde participarán personas que forman parte del “Obrim”.
Inicialmente propusimos una serie de preguntas alrededor de la educación en general y del proyecto en particular [3]: ¿Qué es para ti el Obrim? ¿Qué es educar? ¿Qué es la participación? ¿El Obrim educa? ¿El Obrim es participación? ¿Qué es el blog del Obrim? ¿Para qué sirve? ¿Qué es la exposición Obrim? ¿Cómo la diseñamos y trabajamos? Explica qué es y cómo es una 'trobada Obrim'. ¿Qué te aportan las 'trobadas Obrim' individualmente y qué crees que aportan al grupo? ¿Qué opinas de la metodología del Obrim? ¿De qué manera te vincula el Obrim a las Ciencias Sociales? ¿Qué escuela queremos? Y en la escuela que queremos somos...
La finalidad era que estudiantes y profesorado reflexionaran sobre la escuela que queremos y de qué modo el Obrim contribuye a conseguirla. A partir de aquí nos planteamos realizar un “mini congreso” donde se juntaran alumnos de diferentes centros educativos para que, a través de una puesta en común, redactaran sus respuestas. Estuvieron presentes estudiantes de secundaria y bachillerato de tres centros educativos cercanos de la provincia de Alicante, y docentes de distintas especialidades de cinco centros educativos. Docentes y estudiantes compartieron los dos grupos de trabajo que se formaron, rompiendo una de las barreras que se suele establecer, compartiendo opiniones desde puntos de vista distintos.
En este encuentro pudimos ver cómo el hecho de formar parte de un mismo proyecto facilita la primera aproximación entre estudiantes que nunca se han visto, respetando el turno de palabra y no interrumpiéndose unos a otros, hecho que suele darse cuando se conocen. Fue un momento de acercamiento de ideas, a la vez que un aprendizaje de las diferentes formas de expresarlas. Algun@s estudiantes descubrieron la importancia de aprovechar la riqueza del lenguaje para hablar con propiedad, así como el uso adecuado de los distintos registros en cada momento.
Por otro lado, tomaron conciencia de la multitud de perspectivas sobre el proyecto y lo significativo que es para gente de perfiles distintos. Además de lo valioso que ha sido para l@s estudiantes ver que se les da voz y su opinión realmente cuenta.

Antes de navidades fuimos al instituto de Almoradí, allí nos reunimos nosotros con más gente de este instituto y maestras para realizar nuestro mini congreso. Nos dividimos en grupos mixtos, donde empezamos a tomar decisiones sobre las preguntas del blog, sobre lo que nosotros pensamos de lo que es para nosotros el Obrim, para qué sirve, qué nos aporta... la verdad es que ese día aprendí mucho más de lo que imaginaba, porque allí nos ayudaban a expresarnos bien y a decir todo lo que pensábamos correctamente. Estudiante de Secundaria

Una vez reunidas todas las respuestas de estudiantes y profesoras, obtenidas por diferentes medios: el “mini congreso”, las clases, el blog y alguna grabación, tocaba redactar la comunicación. Las relatoras (Carme: profesora de Tecnología, Encarna: profesora de Filosofía, Irene: profesora de Matemáticas, Paula: profesora de Ciencias Sociales y Jose: profesora de Biología y Geología) nos juntamos y ordenamos toda esa información, trasladándola al texto que finalmente enviamos al Simposio.



Preparación del viaje a Sevilla

Un reto, compartir la aventura con estudiantes de distintos niveles educativos, de distintos centros, muchos de ellos, sin que se hubieran visto, el nexo de unión, formar parte del mismo proyecto educativo, el Obrim. Entre los estudiantes participantes, algunos de ellos sólo llevaban participando en el proyecto unos meses, y otros, casi tres años.
Viajamos a Sevilla 34 personas, 29 estudiantes y 5 maestras. Los estudiantes eran de distintos niveles, desde 1 ESO hasta 2 Bachillerato, y de seis centros educativos de la provincia de Alicante: IES Altaia (Altea), IES Azud de Alfeitamí (Almoradí), IES Catral (Catral), IES Gabriel Miró (Orihuela), IES José Marhuenda Prats (El Pinós) e IES Thiar (Pilar de la Horadada). Las profesoras que participamos en el viaje también somos de distintos niveles y especialidades: Verónica (Pedagogía Terapeútica), Sònia (profesora de Valenciano), Irene (profesora de Matemáticas), Nereida y Jose (profesoras de Biología y Geología).
Un grupo muy diverso, de distintas edades, y con inquietudes muy similares. 'Somos una melodía educativa'
Cuando propusimos la actividad, era difícil de explicar a las familias, pero nuestra sorpresa es que fue muy bien recibida por éstas. La comunicación con los padres ha sido directa, y en muchos casos individualizada, explicando porqué para nosotras era importante que viviéramos esta experiencia. Nuestra forma de plantear la actividad tenía en cuenta el espíritu del proyecto, y concuerda con la situación económica actual de muchos de nuestros estudiantes, de hecho nadie se ha quedado sin participar por falta de recursos económicos, tod@s hemos colaborado para que prevaleciera la iniciativa de participar sobre otras razones. Buscamos un albergue céntrico donde pudiéramos cocinar, preparamos una lista de comida y dividimos a l@s estudiantes en grupos para que trajeran los ingredientes y cocinar los tres días que duraba el viaje. Sabíamos que algunos de los estudiantes no habían dormido nunca fuera de casa, que no estaban acostumbrados a cocinar, a organizarse, a negociar y acordar las pequeñas decisiones cotidianas con personas que no conocían. Por eso, mediante asambleas, antes de la excursión, los preparamos para estar receptivos, para sentirse protagonistas, ya que lo iban a ser, y conjuntamente decidimos los detalles del viaje.

27 de marzo, llegamos a Sevilla
La experiencia empezó el martes 27 de marzo a las 5:30 en Almoradí, al principio, cuando montamos en el autobús, todos íbamos serios y con mucha vergüenza, pero como el viaje era tan largo, no tuvimos otro remedio que empezar a conocernos, unos empezaron a hablar, otros empezamos a jugar a las cartas, y poco a poco hablando todos comenzamos a coger confianza. Estudiantes participantes de Secundaria y Bachillerato.

El martes 27 de marzo empezó la aventura, el autobús salió de Elche a las 5:00 de la madrugada con tres estudiantes y tres profesoras. Media hora después pasó por Almoradí a recoger al resto de participantes. Con muchos nervios, sin un instante para hacer ninguna dinámica de grupo y que se conocieran. Durante las horas de viaje, en cada parada íbamos reconociéndonos. Empezamos un diario cooperativo, una libreta en la que hemos escrito nuestras sensaciones, y todavía seguimos llenando sus hojas con más momentos compartidos. Los primeros conflictos que surgieron, repartirse en habitaciones, pero después de varias alternativas planteadas, todos estuvieron de acuerdo, y nos instalamos en el Hostel Trotamundos cerca del mediodía.
La primera actividad planteada montar la exposición 'Obrim una finestra al món' en la Facultad de Ciencias de la Educación. Todos los estudiantes habían tenido la exposición en su centro, y la habían trabajado, así que era un momento especial verla expuesta en una Universidad. La exposición estaba montada en la Delegación de Educación de Sevilla, así que mientras tres alumnas y dos profesores fuimos a traerla, el resto estuvimos haciendo dinámicas de grupo en el patio de la Facultad para conocernos mejor. Tuvimos que esperar tres horas para poder montar. Esta circunstancia no desanimó al grupo, a pesar de estar cansado del viaje. Lejos de exaltar los nervios y de crear una atmósfera de desesperación y frustración, supieron mantener la calma y comprobar, que a veces, lo que se quiere hacer, no es posible, y hay que ser paciente y esperar. Un objetivo cumplido, aprender a asumir que las dificultades se superan en grupo, una de las reflexiones de una estudiante: 'Trabajar junt@s para perder el miedo'.
Para l@s estudiantes la exposición Obrim es muy importante, son sus trabajos, y han estado expuestos en las paredes de muchos centros educativos, y ahora iban a dar color e inquietudes en una universidad. La exposición se montó en el patio interior de la facultad, un espacio de paso y de reunión que invitaba a detener el tiempo y asomarse a través de esa pequeña ventana al mundo que l@s estudiantes han creado con sus viñetas. Detenerse por un momento y observar los pequeños cambios que se producen a nuestro alrededor no siempre resulta fácil y para muchos la exposición pasó desapercibida, otros futuros maestros se sumergieron en cada uno de los dibujos. Una vez más se repite las misma realidad que vivimos en nuestros centros. Cuando llega la exposición l@s estudiantes enseguida se dejan cautivar por la magia del Obrim pero a veces resulta difícil cautivar a algunos docentes. Quizá deberíamos pensar en una escuela donde el ritmo sea más pausado para poder disfrutar de los pequeños cambios de nuestro alrededor.



Llegamos a la facultad, fuimos en tranvía. Una vez allí montamos la exposición e hicimos un juego para conocernos mejor. A la hora de volver, lo hicimos andando para ir viendo todos los monumentos y casas bonitas de esa ciudad. Llegamos al albergue e hicimos la cena algunos grupos, y otros grupos empezaron a ducharse. Por las noches hacíamos cada habitación una asamblea. La de esa noche estuvimos diciendo todos los sentimientos que nos había aportado montar la exposición, estábamos muy contentos e ilusionados, porque era la primera vez que hacíamos eso. Estudiantes participantes de Secundaria y Bachillerato.

Después de la cena, decidimos realizar asambleas por habitaciones, planteándonos primero qué son las asambleas y qué oportunidades nos ofrecen. Así acabó el día, con las reflexiones de tod@s, donde tod@s debían ser escuchad@s, y convertir cada conflicto en una oportunidad para seguir avanzando. Pasamos a recoger las conclusiones de cada habitación que nos servirían para la asamblea de la mañana donde pondríamos en común los temas tratados y las conclusiones aportadas.

28 de marzo, participamos directamente en el Simposio

Al siguiente día, lo primero que hicimos fue ir a la Universidad andando para disfrutar de Sevilla. Una vez allí hicimos una asamblea todos juntos para tratar los problemas y opiniones que teníamos sobre los demás compañeros y el día anterior. Terminada la asamblea, nos separamos en grupos. Estudiantes de Secundaria y Bachillerato.

Fuimos andando a la Universidad desde el albergue, después de preparar nuestro desayuno cooperativo. Empezamos el día en círculo, sentados en el suelo del patio de la Facultad, hablando l@s representantes de la habitaciones, comentando las conclusiones de las asambleas de la noche anterior. Y llegaba el momento de organizar las tareas del día.
Preparar la participación de l@s estudiantes en el Simposio no parecía tarea fácil. L@s estudiantes tenían poco tiempo para decidir entre tod@s cómo explicar el proyecto y como se fomenta la participación a través de él. Son muchas las actividades que se han realizado y resulta complicado resumir y entrelazar todas estas experiencias para exponerlas en tan poco tiempo. Nos pusimos a trabajar en grupo.

Los alumnos de bachiller prepararon el texto que más tarde expusieron Manuel y Eugènia en el congreso, en el cual profesores y futuros maestros se asombraron de ver alumnos de secundaria y bachiller tan implicados en un proyecto como el Obrim. Estudiantes de Secundaria y Bachillerato
Cuando acabaron de leer el texto, todos empezaron a aplaudir, fue una sensación muy especial para todos los que trabajamos en este proyecto. A nosotr@s en especial nos llenó de orgullo, viendo que podemos hacer cosas, verdaderamente difíciles. Estudiante de Bachillerato.


Los estudiantes de Bachillerato y algun@s estudiantes de Secundaria formaron un grupo de trabajo para preparar un comentario que expondrían cuando se acabara la relatoría del eje donde estaba nuestra comunicación: Problemas del mundo y enseñanza de la participación ciudadana. Experiencias de educación formal y no formal. Experiencias
innovadoras. Sólo tenían una hora, y algun@s de ell@s se habían conocido el día antes. Cada uno había trabajado con profesoras participantes del Obrim distintas, pero que compartimos la misma metodología, que enseñamos en la misma escuela, la escuela de la vida. Una vez más, l@s estudiantes sorprenden a tod@s, y a ell@s mismos, la puesta en común de sus impresiones les permitió acabar con una reflexión en el Simposio extraordinaria.
Para construirla se fueron pasando una grabadora y cada uno de ellos en una sola frase fue capaz de sintetizar lo que representaba para él la metodología Obrim, la metodología investigativa. Con todas estas aportaciones escribieron un texto, lleno de debate, que después compartieron con los participantes del Simposio. Tod@s nos sentiamos representad@s en las palabras de l@s dos compañer@s que intervinieron el el Simposio. Fue un momento muy especial el poder ver a nuestr@s estudiantes subir las escaleras del salón donde tenía lugar el Simposio, en la Universidad, compartiendo nuestras opiniones con los participantes del Simposio, estudiantes universitarios y docentes, y observar como ell@s sentían que sus opiniones eran valoradas, como posteriormente nos trasladaron algun@s de l@s asistentes durante el Simposio. Nuestr@s estudiantes piden una escuela participativa en la práctica, y allí, en el Simposio tenían la teoría que exponen diferentes docentes y catedráticos para conseguir esa escuela participativa. En nuestro caso, un ejemplo de escuela participativa en la práctica, la tenían delante, in situ.


Texto participativo leído en el Simposio:
Somos un grupo de estudiantes de secundaria y bachillerato que participamos en el Obrim, de la provincia de Alicante, nos presentamos en este Simposio con la intención de daros a conocer nuestros puntos de vista sobre nuestra forma de trabajar.El Obrim es un proyecto en el que invertimos esfuerzo, tiempo y dedicación para obtener un futuro mejor. Nuestra metodología es investigativa y rompe con la monotonía diaria de las aulas ya que los estudiantes aprendemos por nosotros mismos, a partir de nuestras propias inquietudes y experiencias llegando a ser jóvenes maestros.
Un ejemplo, haciendo intercambios con estudiantes de distintos centros y niveles: primaria, secundaria, bachillerato, centros de menores y centros penitenciarios en los que tod@s participamos y nos enriquecemos. Otro ejemplo, conocer otras culturas que hay en nuestros centros, hoy estamos aquí de diferentes nacionalidades y culturas.
Para nosotr@s, esta manera de crecer es sinónimo de libertad, creatividad, respeto, empatía y participación, nos hace conocer nuestra realidat y otras realidades del mundo,incluso en ocasiones descubrimos aspectos de nosotros mismos que desconocemos.
La naturaleza humana, a veces, hace que pensemos en las necesidades inmediatas sin tener en cuenta un futuro que nos beneficia a todos y todas. Nosotros, l@s estudiantes, nos planteamos que no queremos un futuro immediato sino un escenario de futuro donde todos y todas formemos parte.
Manuel, Marina, Isa, Aleyka, Vlada, Clara, Alfonso, Dani, Ángela, Eugènia y Cristina.

Otro grupo estuvo haciendo acrogimnasia representando la importancia de la buena educación con figuras que más tarde se mostraron en el patio de la universidad, y al día siguiente en la plaza de la Giralda. Hicieron una pirámide que representa que sin una buena base no puedes llegar a alcanzar tus metas, y la otra figura era una escalera que representaba que para conseguir la escuela que queremos tenemos que trabajar y luchar mucho. Estudiante de Bachillerato.

Otro grupo estuvo entrevistando a futuros maestros y catedráticos sobre cuál sería su escuela ideal. Dos estudiantes entraron a otra sesión del congreso en el que varias personas presentaban sus proyectos, e incluso algunos nos aportaron ideas para el Obrim. Al mismo tiempo, el grupo de bachiller prepararon las entradas que colgamos en el Obrim y la red IRES. Estudiantes de Secundaria y Bachillerato

Otro de los grupos de trabajo estuvieron entrevistando a futuros maestros sobre la escuela en la que quieren trabajar en un futuro. La mayoría de las entrevistas se las realizaron a grupos de 3 ó 4 personas, lo que dio pie a que se generara un pequeño debate y surgieran diferentes opiniones.
Y un tercer grupo de estudiantes diseñó dos figuras de acrogimnasia que representaban la escuela que queremos, un lenguaje universal, otra forma de expresar inquietudes.

¿Qué escuela queremos? Queremos una escuela pública, laica y de calidad, en la que se aprenda a vivir y convivir, respetando a todas y cada una de las personas que forman parte de ella. Ello supone potenciar una escuela cuyo eje principal es el de la igualdad, tanto de oportunidades, independientemente de la raza, el sexo, la etnia, la religión, la nacionalidad o la orientación sexual. Queremos una escuela en la que no sólo se aprenda de los libros, sino también de experiencias, tanto de estudiantes, como de profesorado. Estudiantes de Bachillerato

Este proyecto utiliza la comunicación viral, nos comunicamos a través de la red, así que dos estudiantes de secundaria y bachillerato elaboraron las entradas para el blog Obrim [6] y la web de la Red IRES [7], red a la que pertenecemos parte de los docentes del Obrim.
Antes de irnos de la Universidad representamos todo lo que habíamos construido, habían venido a conocernos compañer@s de AEPECT Solidaria, asociación que acompaña a este proyecto desde su nacimiento, así que aprovechamos un público tan implicado para enredarnos en un acto colectivo. Leímos el 'Somos' [8] que forma parte de una performance que llevamos trabajando todo el curso, leímos los textos que habíamos escrito, y subimos unos sobre otros formando una pirámide ('La educación es la base para conseguir tus metas') y una escalera ('La educación te da los peldaños para subir a lo más alto'). Y la mejor forma de acabar, un abrazo caracol colectivo.

La educación es la mejor base para conseguir tus metas


La educación te da los peldaños para subir a lo más alto

Después de todo esto volvimos al albergue y vimos la plaza de España, junto a otros monumentos. En la asamblea de esa noche los comentarios eran distintos a los del día anterior, nuestras opiniones habían cambiado sobre los demás compañeros. Estudiantes participantes de Secundaria y Bachillerato.

Esa noche volvimos a hacer asambleas por habitaciones, la organización había ido mucho mejor, las asambleas reflejaban un buen trabajo, y mucha satisfacción personal.

29 de marzo, volvemos a casa

El día de vuelta lo dedicamos más detenidamente a ver Sevilla, aunque no tuvimos mucho tiempo, si disfrutamos de lo bonita que es la ciudad. Después de esto fuimos al albergue, todos íbamos tristes porque ya era el día de irnos. Recogimos las maletas y fuimos a buscar el autobús. En el viaje de vuelta, nosotros desbordamos sentimientos, tanto de alegría por la experiencia, como de tristeza por tener que despedirnos de personas maravillosas que conocimos. Cuando estábamos a punto de llegar todos nuestros nervios salieron, todos empezamos a hacer tonterías, y la mejor fue que inventamos el himno del Obrim. Cuando bajamos del autobús todos empezamos a abrazarnos y lo más bonito fue que nos dimos un abrazo caracol. Todos tenemos algo en común, que queremos repetir esta experiencia. [8] Estudiantes participantes de Secundaria y Bachillerato.




Reflexiones

Con el “Obrim” nuestr@s estudiantes han tenido la oportunidad de participar en diferentes actividades que les han permitido relacionarse con compañer@s de otros centros e intercambiar con ellos sus inquietudes. Cuando se nos presentó la oportunidad de participar en el Simposio de Sevilla para tod@s fue un reto. En un principio no teníamos claro que nuestr@s estudiantes pudieran participar en el Simposio, pero lo que sí que sabíamos es que tienen muchas cosas que aportar para conseguir esos pequeños cambios que nos hacen cada día soñar con la escuela que queremos. Cuando reunimos por primera vez a estudiantes de diferentes centros para intentar reflexionar sobre cuestiones como qué es la participación o qué es educar intentamos relacionar esa cuestiones con el trabajo que día a día realizan con su participación en el Obrim. Poco a poco se fueron motivando unos a otros y se fue creando un ambiente de complicidad donde cada uno de ellos podía aportar su opinión para entre tod@s poder entrelazar todas esas inquietudes que ya tenían y que se han despertado con su participación en el proyecto, con esa escuela participativa que no siempre encuentran en sus aulas.
Participar en el Simposio de Sevilla ha sido otra oportunidad para que nuestr@s estudiantes presentaran el proyecto a futuros profesores, de que fueran ellos mismos los que compartieran sus inquietudes con los participantes del simposio. El estar en un espacio diferente al que están acostumbrados dio pie a que se vivieran momentos muy intensos. Las profesoras que participamos en el Obrim hemos visto crecer a nuestr@s estudiantes al mismo tiempo que tod@s nos íbamos enredando en el proyecto. Hemos compartido muchas emociones y se han creado muchos lazos que hacen que todos sintamos que somos una pieza de ese engranaje que hace que todos nuestros retos se puedan ir realizando. En Sevilla una vez más pudimos comprobar lo importante que es para nuestros estudiantes el Obrim, ya que para ellos cubre la necesidad que tienen de ser escuchados, de sentir que sus inquietudes son importantes, que su opinión se tiene en cuenta y sobre todo de que nos necesitamos unos a otros para poder cambiar el modelo de escuela que tenemos.

¿Qué esperábamos? 
Me esperaba que fuera una excursión más que una experiencia, en la que no nos implicaríamos tanto entre nosotros. Creía que conocería gente pero que con quien más compartiría la experiencia y las emociones sería con las personas que ya conocía, cosa que no fue así y me alegro. No me esperaba que tuviéramos un diario en el que expresar lo que sentíamos en cada momento y lo que estábamos viviendo en cada instante. El congreso me pensaba que sería un lugar con otros maestros en el que presentaríamos nuestro proyecto y estaríamos todos sentados mirándonos y escuchándonos. Pero fue diferente, había una mesa en la que unas 5 personas hablaban y presentaban algunos proyectos y los demás se limitaban a escuchar, aunque también se abría un debate al final en el que sí se podía comentar lo dicho.
El viaje a Sevilla me ha aportado una gran experiencia. También me ha hecho madurar un poco, ya que la responsabilidad de estar en un lugar con gente culta y seria te hace que se te vaya quitando la tontería y darnos cuenta de cómo podemos llegar a ser de formales.
Durante el viaje, aprendimos que uno no debe ir siempre con las cosas preparadas y metidas en la cabeza con idea de no cambiarlas. Hay que vivir las cosas como vienen que se disfrutan mucho más y además no hay que aferrarse a lo conocido y lo seguro, sino probar cosas nuevas y vivir nuevas experiencias.
También aprendimos valores, como ser solidario, compartir, aprender a organizarnos y distribuirnos la faena, etc.
Estudiante de secundaria.

El Obrim es una forma de expresarte con total libertad sin que nadie te calle o te diga qué o cómo tienes que hacerlo.
El Obrim es una forma de vida. El Obrim no mira como son las personas, nos acepta tal y como somos.
El Obrim nos ayuda a corregir nuestros fallos, haciendo de ellos algo mucho mejor. 
El Obrim es una forma nueva de ver a los demás, aprendiendo de ellos y ayudándolos a que ellos aprendan de nosotros. Estudiante de secundaria.

Cuando mi maestra de Filosofía me dijo que iban a hacer una excursión, que era una 'trobada' del proyecto 'Obrim', me apunté y sólo pensé, así pierdo clase, pero nunca pensé que llegaría hasta este extremo. Con el paso del tiempo, preparando la 'trobada' me di cuenta la de sentimientos y cariño que hay en todo esto. Y sobre todo el interés y la paciencia que ponemos tod@s, y todo para un mismo fin, el de intentar llegar a alcanzar un mundo mejor. Cada día más gente que se implica, y es normal, porque te ayuda a muchas cosas, sobre todo a mi me ha servido para conocerme a mi misma, he encontrado una Aleyka solidaria y preocupada por el bien de los demás, que antes desconocía. Estudiante de Bachillerato.

Una vez más, el Obrim ha demostrado que nuestr@s estudiantes son el cemento que mantiene unidas las piezas de este puzzle. Sin duda, son ellos los protagonistas, quienes demuestran con su energía y participación que hay otras formas de mirar el mundo. Gracias a ell@s la ilusión de continuar con el proyecto seguirá viva. Profesora.


[2] Simposio Internacional de Didáctica de las Ciencias Sociales: http://congreso.us.es/simposiodcs/
[4] Comunicación: Obrim una finestra al món, educar para la participación con la participación: https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=sites&srcid=ZGVmYXVsdGRvbWFpbnxvYnJpbXVuYWZpbmVzdHJhbG1vbnxneDo0NDRjZDgwNzdlYWIxYjBm
[6] Entrada del Simposio en el blog de la experiencia educativa: http://obrimunafinestralmon.blogspot.com.es/2012/03/lobrim-sevilla.html
[7] Entrada de la participación del Obrim en el Simposio en la Red IRES: http://www.redires.net/?q=node/1577











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