Grupo Illeta
Profesoras relatoras y/o coordinadoras de esta experiencia: Jose Amorós Martínez, Sònia Beltrà Botella, Encarna Díaz Carmona, Nereida Gómez Senent, Paula Llopis Tormo, Verónica Sáez Cuervas y Carme Segura Ferrer.
Profesoras relatoras y/o coordinadoras de esta experiencia: Jose Amorós Martínez, Sònia Beltrà Botella, Encarna Díaz Carmona, Nereida Gómez Senent, Paula Llopis Tormo, Verónica Sáez Cuervas y Carme Segura Ferrer.
Estudiantes:
- IES Altaia (Altea): 2 Bachillerato, Eugènia González; 1 Bachillerato, Anna Falgás.
- IES Azud de Alfeitamí (Almoradí): 1 ESO, Alexis Terol; 2 ESO, Ahlam Rahhou; 3 ESO, Coral Illán, María Manresa, Heather Martínez; 4 ESO, Mollie Brooks, Carmen Espinosa, Andrés Jo Jung, Evie Letch, Marina Muñoz, Carolina Oberweis y Manuel Rocamora; 1 Bachillerato, Isabel Lorenzo y Aleyka Peco; 2 Bachillerato, Clara Díaz y Daniel Moñino.
- IES Catral (Catral): 3 ESO, María Vera, José Luís Rocamora, Paco García, Andrea Murcia y Miriam Bolaño.
- IES Gabriel Miró (Orihuela): 4 ESO, Cristina Villa
- IES José Marhuenda Prats (El Pinós): 3 ESO, Lluc Verdú, Ana Pérez; 1 Bachillerato, Luis David Campos.
- IES Thiar (Pilar de la Horadada): 1 Bachillerato, Vlada, Alfonso Samper, Ángela
Obrim
una finestra al món
[1]
(Abramos una ventana al mundo) nace de la preocupación de los
profesores implicados por la actual situación de crisis ecológica,
social y económica. Pensamos que la educación nos permite caminar
hacia un mundo más justo. Una mirada crítica a la realidad nos hace
ver que el modelo actual, que basa el crecimiento de los países y
personas ricas en la explotación de otros países y personas que van
siendo empobrecidas de manera continua, no tiene respuesta válida
ante la crisis. Cada vez es más necesario y urgente “reinventar y
repensar la sociedad”. Así pues, sembrar la semilla del cambio en
los jóvenes y trabajar el terreno en nuestras aulas es el punto de
arranque que nos planteamos. El aspecto más característico de este
proyecto es que nace con el objetivo de compartir experiencias
vitales de las personas implicadas y en ese sentido permite una
verdadera educación integral, dando un papel muy importante a las
emociones en nuestro trabajo.
Nos
propusieron presentar una comunicación sobre esta experiencia
educativa que tiene tres años de vida en el Simposio Internacional
de Ciencias Sociales [2]
que tuvo lugar del 27 al 29 de marzo en la Facultad de Ciencias de la
Educación de Sevilla. El Obrim para nosotros es educar para la
participación con la participación, así que nos enredamos en un
nuevo reto que intentaremos relatar en las siguientes líneas de
forma colectiva.
Grupos de trabajo para escribir nuestra comunicación para el Simposio: 'Obrim una finestra al món: educar para la participación con la participación'
La
experiencia compartida con motivo de la asistencia del proyecto
“Obrim una finestra al món” en el XXVIII Simposio Internacional
de Didáctica de las Ciencias Sociales comienza con la redacción de
la comunicación. Esta se plantea como un trabajo colectivo donde
participarán personas que forman parte del “Obrim”.
Inicialmente
propusimos una serie de preguntas alrededor de la educación en
general y del proyecto en particular [3]:
¿Qué
es para ti el Obrim? ¿Qué
es educar? ¿Qué es la participación? ¿El Obrim educa? ¿El Obrim
es participación? ¿Qué es el blog del Obrim? ¿Para qué sirve?
¿Qué es la exposición Obrim? ¿Cómo la diseñamos y trabajamos?
Explica qué es y cómo es una 'trobada Obrim'. ¿Qué te aportan las
'trobadas Obrim' individualmente y qué crees que aportan al grupo?
¿Qué opinas de la metodología del Obrim? ¿De qué manera te
vincula el Obrim a las Ciencias Sociales? ¿Qué escuela queremos? Y
en la escuela que queremos somos...
La
finalidad era que estudiantes y profesorado reflexionaran sobre la
escuela que queremos y de qué modo el Obrim contribuye a
conseguirla. A partir de aquí nos planteamos realizar un “mini
congreso” donde se juntaran alumnos de diferentes centros
educativos para que, a través de una puesta en común, redactaran
sus respuestas. Estuvieron presentes estudiantes de secundaria y
bachillerato de tres centros educativos cercanos de la provincia de
Alicante, y docentes de distintas especialidades de cinco centros
educativos. Docentes y estudiantes compartieron los dos grupos de
trabajo que se formaron, rompiendo una de las barreras que se suele
establecer, compartiendo opiniones desde puntos de vista distintos.
En
este encuentro pudimos ver cómo el hecho de formar parte de un mismo
proyecto facilita la primera aproximación entre estudiantes que
nunca se han visto, respetando el turno de palabra y no
interrumpiéndose unos a otros, hecho que suele darse cuando se
conocen. Fue un momento de acercamiento de ideas, a la vez que un
aprendizaje de las diferentes formas de expresarlas. Algun@s
estudiantes descubrieron la importancia de aprovechar la riqueza del
lenguaje para hablar con propiedad, así como el uso adecuado de los
distintos registros en cada momento.
Por
otro lado, tomaron conciencia de la multitud de perspectivas sobre el
proyecto y lo significativo que es para gente de perfiles distintos.
Además de lo valioso que ha sido para l@s estudiantes ver que se les
da voz y su opinión realmente cuenta.
Antes
de navidades fuimos al instituto de Almoradí, allí nos reunimos
nosotros con más gente de este instituto y maestras para realizar
nuestro mini congreso. Nos dividimos en grupos mixtos, donde
empezamos a tomar decisiones sobre las preguntas del blog, sobre lo
que nosotros pensamos de lo que es para nosotros el Obrim, para qué
sirve, qué nos aporta... la verdad es que ese día aprendí mucho
más de lo que imaginaba, porque allí nos ayudaban a expresarnos
bien y a decir todo lo que pensábamos correctamente. Estudiante de
Secundaria
Una
vez reunidas todas las respuestas de estudiantes y profesoras,
obtenidas por diferentes medios: el “mini congreso”, las clases,
el blog y alguna grabación, tocaba redactar la comunicación. Las
relatoras (Carme: profesora de Tecnología, Encarna: profesora de
Filosofía, Irene: profesora de Matemáticas, Paula: profesora de
Ciencias Sociales y Jose: profesora de Biología y Geología) nos
juntamos y ordenamos toda esa información, trasladándola al texto
que finalmente enviamos al Simposio.
Preparación
del viaje a Sevilla
Un
reto, compartir la aventura con estudiantes de distintos niveles
educativos, de distintos centros, muchos de ellos, sin que se
hubieran visto, el nexo de unión, formar parte del mismo proyecto
educativo, el Obrim. Entre
los estudiantes participantes, algunos de ellos sólo llevaban
participando en el proyecto unos meses, y otros, casi tres años.
Viajamos
a Sevilla 34 personas, 29 estudiantes y 5 maestras. Los estudiantes
eran de distintos niveles, desde 1 ESO hasta 2 Bachillerato, y de
seis centros educativos de la provincia de Alicante: IES Altaia
(Altea), IES Azud de Alfeitamí (Almoradí), IES Catral (Catral), IES
Gabriel Miró (Orihuela), IES José Marhuenda Prats (El Pinós) e IES
Thiar (Pilar de la Horadada). Las profesoras que participamos en el
viaje también somos de distintos niveles y especialidades: Verónica
(Pedagogía Terapeútica), Sònia (profesora de Valenciano), Irene
(profesora de Matemáticas), Nereida y Jose (profesoras de Biología
y Geología).
Un
grupo muy diverso, de distintas edades, y con inquietudes muy
similares. 'Somos una
melodía educativa'
Cuando
propusimos la actividad, era difícil de explicar a las familias,
pero nuestra sorpresa es que fue muy bien recibida por éstas. La
comunicación con los padres ha sido directa, y en muchos casos
individualizada, explicando porqué para nosotras era importante que
viviéramos esta experiencia. Nuestra forma de plantear la actividad
tenía en cuenta el espíritu del proyecto, y concuerda con la
situación económica actual de muchos de nuestros estudiantes, de
hecho nadie se ha quedado sin participar por falta de recursos
económicos, tod@s hemos colaborado para que prevaleciera la
iniciativa de participar sobre otras razones. Buscamos un albergue
céntrico donde pudiéramos cocinar, preparamos una lista de comida y
dividimos a l@s estudiantes en grupos para que trajeran los
ingredientes y cocinar los tres días que duraba el viaje. Sabíamos
que algunos de los estudiantes no habían dormido nunca fuera de
casa, que no estaban acostumbrados a cocinar, a organizarse, a
negociar y acordar las pequeñas decisiones cotidianas con personas
que no conocían. Por eso, mediante asambleas, antes de la excursión,
los preparamos para estar receptivos, para sentirse protagonistas, ya
que lo iban a ser, y conjuntamente decidimos los detalles del viaje.
27
de marzo, llegamos a Sevilla
La
experiencia empezó el martes 27 de marzo a las 5:30 en Almoradí, al
principio, cuando montamos en el autobús, todos íbamos serios y con
mucha vergüenza, pero como el viaje era tan largo, no tuvimos otro
remedio que empezar a conocernos, unos empezaron a hablar, otros
empezamos a jugar a las cartas, y poco a poco hablando todos
comenzamos a coger confianza. Estudiantes participantes de Secundaria
y Bachillerato.
El
martes 27 de marzo empezó la aventura, el autobús salió de Elche a
las 5:00 de la madrugada con tres estudiantes y tres profesoras.
Media hora después pasó por Almoradí a recoger al resto de
participantes. Con muchos nervios, sin un instante para hacer ninguna
dinámica de grupo y que se conocieran. Durante las horas de viaje,
en cada parada íbamos reconociéndonos. Empezamos un diario
cooperativo, una libreta en la que hemos escrito nuestras
sensaciones, y todavía seguimos llenando sus hojas con más momentos
compartidos. Los primeros conflictos que surgieron, repartirse en
habitaciones, pero después de varias alternativas planteadas, todos
estuvieron de acuerdo, y nos instalamos en el Hostel Trotamundos
cerca del mediodía.
La
primera actividad planteada montar la exposición 'Obrim una finestra
al món' en la Facultad de Ciencias de la Educación. Todos los
estudiantes habían tenido la exposición en su centro, y la habían
trabajado, así que era un momento especial verla expuesta en una
Universidad. La exposición estaba montada en la Delegación de
Educación de Sevilla, así que mientras tres alumnas y dos
profesores fuimos a traerla, el resto estuvimos haciendo dinámicas
de grupo en el patio de la Facultad para conocernos mejor. Tuvimos
que esperar tres horas para poder montar. Esta circunstancia no
desanimó al grupo, a pesar de estar cansado del viaje. Lejos de
exaltar los nervios y de crear una atmósfera de desesperación y
frustración, supieron mantener la calma y comprobar, que a veces, lo
que se quiere hacer, no es posible, y hay que ser paciente y esperar.
Un objetivo cumplido, aprender a asumir que las dificultades se
superan en grupo, una de las reflexiones de una estudiante: 'Trabajar
junt@s para perder el miedo'.
Para
l@s estudiantes la exposición Obrim es muy importante, son sus
trabajos, y han estado expuestos en las paredes de muchos centros
educativos, y ahora iban a dar color e inquietudes en una
universidad. La exposición se montó en el patio interior de la
facultad, un espacio de paso y de reunión que invitaba a detener el
tiempo y asomarse a través de esa pequeña ventana al mundo que l@s
estudiantes han creado con sus viñetas. Detenerse por un momento y
observar los pequeños cambios que se producen a nuestro alrededor no
siempre resulta fácil y para muchos la exposición pasó
desapercibida, otros futuros maestros se sumergieron en cada uno de
los dibujos. Una vez más se repite las misma realidad que vivimos en
nuestros centros. Cuando llega la exposición l@s estudiantes
enseguida se dejan cautivar por la magia del Obrim pero a veces
resulta difícil cautivar a algunos docentes. Quizá deberíamos
pensar en una escuela donde el ritmo sea más pausado para poder
disfrutar de los pequeños cambios de nuestro alrededor.
Llegamos
a la facultad, fuimos en tranvía. Una vez allí montamos la
exposición e hicimos un juego para conocernos mejor. A la hora de
volver, lo hicimos andando para ir viendo todos los monumentos y
casas bonitas de esa ciudad. Llegamos al albergue e hicimos la cena
algunos grupos, y otros grupos empezaron a ducharse. Por las noches
hacíamos cada habitación una asamblea. La de esa noche estuvimos
diciendo todos los sentimientos que nos había aportado montar la
exposición, estábamos muy contentos e ilusionados, porque era la
primera vez que hacíamos eso. Estudiantes participantes de
Secundaria y Bachillerato.
Después
de la cena, decidimos realizar asambleas por habitaciones,
planteándonos primero qué son las asambleas y qué oportunidades
nos ofrecen. Así acabó el día, con las reflexiones de tod@s,
donde tod@s debían ser escuchad@s, y convertir cada conflicto en una
oportunidad para seguir avanzando. Pasamos a recoger las conclusiones
de cada habitación que nos servirían para la asamblea de la mañana
donde pondríamos en común los temas tratados y las conclusiones
aportadas.
28
de marzo, participamos directamente en el Simposio
Al
siguiente día, lo primero que hicimos fue ir a la Universidad
andando para disfrutar de Sevilla. Una vez allí hicimos una asamblea
todos juntos para tratar los problemas y opiniones que teníamos
sobre los demás compañeros y el día anterior. Terminada la
asamblea, nos separamos en grupos. Estudiantes de Secundaria y
Bachillerato.
Fuimos
andando a la Universidad desde el albergue, después de preparar
nuestro desayuno cooperativo. Empezamos el día en círculo, sentados
en el suelo del patio de la Facultad, hablando l@s representantes de
la habitaciones, comentando las conclusiones de las asambleas de la
noche anterior. Y llegaba el momento de organizar las tareas del día.
Preparar
la participación de l@s estudiantes en el Simposio no parecía tarea
fácil. L@s estudiantes tenían poco tiempo para decidir entre tod@s
cómo explicar el proyecto y como se fomenta la participación a
través de él. Son muchas las actividades que se han realizado y
resulta complicado resumir y entrelazar todas estas experiencias para
exponerlas en tan poco tiempo. Nos pusimos a trabajar en grupo.
Los
alumnos de bachiller prepararon el texto que más tarde expusieron
Manuel y Eugènia en el congreso, en el cual profesores y futuros
maestros se asombraron de ver alumnos de secundaria y bachiller tan
implicados en un proyecto como el Obrim. Estudiantes de Secundaria y
Bachillerato
Cuando
acabaron de leer el texto, todos empezaron a aplaudir, fue una
sensación muy especial para todos los que trabajamos en este
proyecto. A nosotr@s en especial nos llenó de orgullo, viendo que
podemos hacer cosas, verdaderamente difíciles. Estudiante de
Bachillerato.
Los
estudiantes de Bachillerato y algun@s estudiantes de Secundaria
formaron un grupo de trabajo para preparar un comentario que
expondrían cuando se acabara la relatoría del eje donde estaba
nuestra comunicación: Problemas
del mundo y enseñanza de la participación ciudadana. Experiencias
de educación formal y no formal.
Experiencias
innovadoras.
Sólo
tenían una hora, y algun@s de ell@s se habían conocido el día
antes. Cada uno había trabajado con profesoras participantes del
Obrim distintas, pero que compartimos la misma metodología, que
enseñamos en la misma escuela, la escuela de la vida. Una vez más,
l@s estudiantes sorprenden a tod@s, y a ell@s mismos, la puesta en
común de sus impresiones les permitió acabar con una reflexión en
el Simposio extraordinaria.
Para
construirla se fueron pasando una grabadora y cada uno de ellos en
una sola frase fue capaz de sintetizar lo que representaba para él
la metodología Obrim, la metodología investigativa. Con todas estas
aportaciones escribieron un texto, lleno de debate, que después
compartieron con los participantes del Simposio. Tod@s nos sentiamos
representad@s en las palabras de l@s dos compañer@s que
intervinieron el el Simposio. Fue un momento muy especial el poder
ver a nuestr@s estudiantes subir las escaleras del salón donde tenía
lugar el Simposio, en la Universidad, compartiendo nuestras opiniones
con los participantes del Simposio, estudiantes universitarios y
docentes, y observar como ell@s sentían que sus opiniones eran
valoradas, como posteriormente nos trasladaron algun@s de l@s
asistentes durante el Simposio. Nuestr@s estudiantes piden una
escuela participativa en la práctica, y allí, en el Simposio tenían
la teoría que exponen diferentes docentes y catedráticos para
conseguir esa escuela participativa. En nuestro caso, un ejemplo de
escuela participativa en la práctica, la tenían delante, in situ.
Texto participativo leído en el Simposio:
Un
ejemplo, haciendo intercambios con estudiantes de distintos centros y
niveles: primaria, secundaria, bachillerato, centros de menores y
centros penitenciarios en los que tod@s participamos y nos
enriquecemos. Otro ejemplo, conocer otras culturas que hay en
nuestros centros, hoy estamos aquí de diferentes nacionalidades y
culturas.
Para
nosotr@s, esta manera de crecer es sinónimo de libertad,
creatividad, respeto, empatía y participación, nos hace conocer
nuestra realidat y otras realidades del mundo,incluso en ocasiones
descubrimos aspectos de nosotros mismos que desconocemos.
La
naturaleza humana, a veces, hace que pensemos en las necesidades
inmediatas sin tener en cuenta un futuro que nos beneficia a todos y
todas. Nosotros, l@s estudiantes, nos planteamos que no queremos un
futuro immediato sino un escenario de futuro donde todos y todas
formemos parte.
Manuel,
Marina, Isa, Aleyka, Vlada, Clara, Alfonso, Dani, Ángela, Eugènia y
Cristina.
Otro
grupo estuvo haciendo acrogimnasia representando la importancia de la
buena educación con figuras que más tarde se mostraron en el patio
de la universidad, y al día siguiente en la plaza de la Giralda.
Hicieron una pirámide que representa que sin una buena base no
puedes llegar a alcanzar tus metas, y la otra figura era una escalera
que representaba que para conseguir la escuela que queremos tenemos
que trabajar y luchar mucho. Estudiante de Bachillerato.
Otro
grupo estuvo entrevistando a futuros maestros y catedráticos sobre
cuál sería su escuela ideal. Dos estudiantes entraron a otra sesión
del congreso en el que varias personas presentaban sus proyectos, e
incluso algunos nos aportaron ideas para el Obrim. Al mismo tiempo,
el grupo de bachiller prepararon las entradas que colgamos en el
Obrim y la red IRES. Estudiantes de Secundaria y Bachillerato
Otro
de los grupos de trabajo estuvieron entrevistando a futuros maestros
sobre la escuela en la que quieren trabajar en un futuro. La mayoría
de las entrevistas se las realizaron a grupos de 3 ó 4 personas, lo
que dio pie a que se generara un pequeño debate y surgieran
diferentes opiniones.
Y
un tercer grupo de estudiantes diseñó dos figuras de acrogimnasia
que representaban la escuela que queremos, un lenguaje universal,
otra forma de expresar inquietudes.
¿Qué
escuela queremos? Queremos una escuela pública, laica y de calidad,
en la que se aprenda a vivir y convivir, respetando a todas y cada
una de las personas que forman parte de ella. Ello supone potenciar
una escuela cuyo eje principal es el de la igualdad, tanto de
oportunidades, independientemente de la raza, el sexo, la etnia, la
religión, la nacionalidad o la orientación sexual. Queremos una
escuela en la que no sólo se aprenda de los libros, sino también de
experiencias, tanto de estudiantes, como de profesorado. Estudiantes
de Bachillerato
Este
proyecto utiliza la comunicación viral, nos comunicamos a través de
la red, así que dos estudiantes de secundaria y bachillerato
elaboraron las entradas para el blog Obrim [6]
y la web de la Red IRES [7],
red a la que pertenecemos parte de los docentes del Obrim.
Antes
de irnos de la Universidad representamos todo lo que habíamos
construido, habían venido a conocernos compañer@s de AEPECT
Solidaria, asociación que acompaña a este proyecto desde su
nacimiento, así que aprovechamos un público tan implicado para
enredarnos en un acto colectivo. Leímos el 'Somos'
[8]
que forma parte de una performance que llevamos trabajando todo el
curso, leímos los textos que habíamos escrito, y subimos unos sobre
otros formando una pirámide ('La educación es la base para
conseguir tus metas') y una escalera ('La educación te da los
peldaños para subir a lo más alto'). Y la mejor forma de acabar, un
abrazo caracol colectivo.
La
educación es la mejor base para conseguir tus metas
La
educación te da los peldaños para subir a lo más alto
Después
de todo esto volvimos al albergue y vimos la plaza de España, junto
a otros monumentos. En la asamblea de esa noche los comentarios eran
distintos a los del día anterior, nuestras opiniones habían
cambiado sobre los demás compañeros. Estudiantes participantes de
Secundaria y Bachillerato.
Esa
noche volvimos a hacer asambleas por habitaciones, la organización
había ido mucho mejor, las asambleas reflejaban un buen trabajo, y
mucha satisfacción personal.
29
de marzo, volvemos a casa
El
día de vuelta lo dedicamos más detenidamente a ver Sevilla, aunque
no tuvimos mucho tiempo, si disfrutamos de lo bonita que es la
ciudad. Después de esto fuimos al albergue, todos íbamos tristes
porque ya era el día de irnos. Recogimos las maletas y fuimos a
buscar el autobús. En el viaje de vuelta, nosotros desbordamos
sentimientos, tanto de alegría por la experiencia, como de tristeza
por tener que despedirnos de personas maravillosas que conocimos.
Cuando estábamos a punto de llegar todos nuestros nervios salieron,
todos empezamos a hacer tonterías, y la mejor fue que inventamos el
himno del Obrim. Cuando bajamos del autobús todos empezamos a
abrazarnos y lo más bonito fue que nos dimos un abrazo caracol.
Todos tenemos algo en común, que queremos repetir esta experiencia.
[8]
Estudiantes participantes de Secundaria y Bachillerato.
Reflexiones
Con
el “Obrim” nuestr@s estudiantes han tenido la oportunidad de
participar en diferentes actividades que les han permitido
relacionarse con compañer@s de otros centros e intercambiar con
ellos sus inquietudes. Cuando se nos presentó la oportunidad de
participar en el Simposio de Sevilla para tod@s fue un reto. En un
principio no teníamos claro que nuestr@s estudiantes pudieran
participar en el Simposio, pero lo que sí que sabíamos es que
tienen muchas cosas que aportar para conseguir esos pequeños cambios
que nos hacen cada día soñar con la escuela que queremos. Cuando
reunimos por primera vez a estudiantes de diferentes centros para
intentar reflexionar sobre cuestiones como qué es la participación
o qué es educar intentamos relacionar esa cuestiones con el trabajo
que día a día realizan con su participación en el Obrim. Poco a
poco se fueron motivando unos a otros y se fue creando un ambiente de
complicidad donde cada uno de ellos podía aportar su opinión para
entre tod@s poder entrelazar todas esas inquietudes que ya tenían y
que se han despertado con su participación en el proyecto, con esa
escuela participativa que no siempre encuentran en sus aulas.
Participar
en el Simposio de Sevilla ha sido otra oportunidad para que nuestr@s
estudiantes presentaran el proyecto a futuros profesores, de que
fueran ellos mismos los que compartieran sus inquietudes con los
participantes del simposio. El estar en un espacio diferente al que
están acostumbrados dio pie a que se vivieran momentos muy intensos.
Las profesoras que participamos en el Obrim hemos visto crecer a
nuestr@s estudiantes al mismo tiempo que tod@s nos íbamos enredando
en el proyecto. Hemos compartido muchas emociones y se han creado
muchos lazos que hacen que todos sintamos que somos una pieza de ese
engranaje que hace que todos nuestros retos se puedan ir realizando.
En Sevilla una vez más pudimos comprobar lo importante que es para
nuestros estudiantes el Obrim, ya que para ellos cubre la necesidad
que tienen de ser escuchados, de sentir que sus inquietudes son
importantes, que su opinión se tiene en cuenta y sobre todo de que
nos necesitamos unos a otros para poder cambiar el modelo de escuela
que tenemos.
¿Qué
esperábamos?
Me esperaba que fuera una excursión más que una
experiencia, en la que no nos implicaríamos tanto entre nosotros.
Creía que conocería gente pero que con quien más compartiría la
experiencia y las emociones sería con las personas que ya conocía,
cosa que no fue así y me alegro. No me esperaba que tuviéramos un
diario en el que expresar lo que sentíamos en cada momento y lo que
estábamos viviendo en cada instante. El congreso me pensaba que
sería un lugar con otros maestros en el que presentaríamos nuestro
proyecto y estaríamos todos sentados mirándonos y escuchándonos.
Pero fue diferente, había una mesa en la que unas 5 personas
hablaban y presentaban algunos proyectos y los demás se limitaban a
escuchar, aunque también se abría un debate al final en el que sí
se podía comentar lo dicho.
El viaje a Sevilla me ha aportado una
gran experiencia. También me ha hecho madurar un poco, ya que la
responsabilidad de estar en un lugar con gente culta y seria te hace
que se te vaya quitando la tontería y darnos cuenta de cómo podemos
llegar a ser de formales.
Durante el viaje, aprendimos que uno no
debe ir siempre con las cosas preparadas y metidas en la cabeza con
idea de no cambiarlas. Hay que vivir las cosas como vienen que se
disfrutan mucho más y además no hay que aferrarse a lo conocido y
lo seguro, sino probar cosas nuevas y vivir nuevas
experiencias.
También aprendimos valores, como ser solidario,
compartir, aprender a organizarnos y distribuirnos la faena,
etc.
Estudiante de secundaria.
El
Obrim es una forma de expresarte con total libertad sin que nadie te
calle o te diga qué o cómo tienes que hacerlo.
El Obrim es una
forma de vida. El Obrim no mira como son las personas, nos acepta tal
y como somos.
El Obrim nos ayuda a corregir nuestros fallos,
haciendo de ellos algo mucho mejor.
El Obrim es una forma nueva de
ver a los demás, aprendiendo de ellos y ayudándolos a que ellos
aprendan de nosotros. Estudiante de secundaria.
Cuando
mi maestra de Filosofía me dijo que iban a hacer una excursión, que
era una 'trobada' del proyecto 'Obrim', me apunté y sólo pensé,
así pierdo clase, pero nunca pensé que llegaría hasta este
extremo. Con el paso del tiempo, preparando la 'trobada' me di cuenta
la de sentimientos y cariño que hay en todo esto. Y sobre todo el
interés y la paciencia que ponemos tod@s, y todo para un mismo fin,
el de intentar llegar a alcanzar un mundo mejor. Cada día más gente
que se implica, y es normal, porque te ayuda a muchas cosas, sobre
todo a mi me ha servido para conocerme a mi misma, he encontrado una
Aleyka solidaria y preocupada por el bien de los demás, que antes
desconocía. Estudiante de Bachillerato.
Una
vez más, el Obrim ha demostrado que nuestr@s estudiantes son el
cemento que mantiene unidas las piezas de este puzzle. Sin duda, son
ellos los protagonistas, quienes demuestran con su energía y
participación que hay otras formas de mirar el mundo. Gracias a
ell@s la ilusión de continuar con el proyecto seguirá viva.
Profesora.
[1]
Memoria del proyecto y evaluación Obrim:
http://obrimunafinestraenlaula.blogspot.com/2010/08/obrim-una-finestra-al-mon.html
[2]
Simposio Internacional de Didáctica de las Ciencias Sociales:
http://congreso.us.es/simposiodcs/
[3]
Aportaciones:
http://obrimunafinestraenlaula.blogspot.com/2012/01/comunicacion-educar-para-la.html
[4]
Comunicación: Obrim una finestra al món, educar para la
participación con la participación:
https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=sites&srcid=ZGVmYXVsdGRvbWFpbnxvYnJpbXVuYWZpbmVzdHJhbG1vbnxneDo0NDRjZDgwNzdlYWIxYjBm
[5]
La escuela que queremos:
https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=sites&srcid=ZGVmYXVsdGRvbWFpbnxvYnJpbXVuYWZpbmVzdHJhbG1vbnxneDoyYmQ3ZTcyNGFiMjIwZDNi
[6]
Entrada del Simposio en el blog de la experiencia educativa:
http://obrimunafinestralmon.blogspot.com.es/2012/03/lobrim-sevilla.html
[7]
Entrada de la participación del Obrim en el Simposio en la Red
IRES: http://www.redires.net/?q=node/1577
[8]
Blog docente y vídeo de la experiencia:
http://obrimunafinestraenlaula.blogspot.com,
http://obrimunafinestralmon.blogspot.com/2012/04/obrim-en-sevilla.html
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